sábado, 26 de septiembre de 2009

Smiley face

Cenizas de rosas
agitan, agitan.

La ceniza se disuelve.
Ya no son restos,
es sabiduría pagana.

Ceniza, tramsfórmate.
¿Qué representas?
¿Una falta?
Prefiero verte como promesa.

Prometo que no serás más en mí
que un suave ventarrón
mientras mi rostro sonríe.

Morirás,
como muere el eco
de un grito,
en un rincón
del espacio cibernético.


miércoles, 16 de septiembre de 2009

Omil - bus

Quiero que se me ocurra una idea, escribir un texto.. pero no pasa nada. Hace semanas que no escribo algo y pienso que debería hacerlo, quizás me esté forzando.. o quizás tenga muchas ideas y cosas para decir pero no me sale escribirlo, o no me dan ganas de hacerlo porque no tengo algo armado todavía, ni siquiera un fasito. De todas maneras mi fórmula muchas veces es la asociación libre, aunque en realidad esta supone una mentira ya que las asociaciones no se dan libremente, siempre hay una idea implícita, y en última instancia ésta sería "voy a asociar libremente".
Pero volviendo, no se me ocurre algo sobre lo cual escribir que me genere una especie de "éxtasis", algo de lo que sienta que lo que siento excede el umbral de "lo banal", o mejor dicho, algo que me ponga la piel como de gallina, que yo diga "esto es lo que quiero decir" (aunque bueno, si vamos al fondo de la cuestión.. nunca lo decimos todo).

Extraño esa sensación que surge de la unión de un sentir y una idea. En realidad no se si pienso a partir de lo que siento o siento a partir de lo que pienso........... me quedo con lo primero.
La idea no aparece sola, algo se plasma a partir de ella, algo que es más que un pensamiento, que va más allá. La idea surge de lo que uno siente y esto aparece como algo desfigurado, distorsionado, extraño, sin forma definida, ¡sin nombre! Y eso que pulsa pide ser hablado y simbolizado, así como el hombre que sale de la caverna de la que habla Platón le pide a los demás que hagan lo mismo.
Seguiré entonces mi camino, buscando esas sensaciones que estimulan al punto G de la mente, y que aspiran a la conquista de un saber puro y delicioso (de la cual, no obstante, sólo obtendremos una parte)


lunes, 31 de agosto de 2009

Mi verdad

Mi verdad es mi verdad,

no es la de tuya, ni la de él.

Mi verdad me guía,

mi verdad me dice que no hay verdad.


Mi verdad no es peor que la de Jacques Lacan,

ni mejor que la de un retrasado mental.

Mi verdad es única…. eso ya lo dije, ¿no? Ja!

Mi verdad ni yo la sé ni la sabré del todo,

mi verdad es incomprensible a los ojos ajenos.


Mi verdad es un punto en una recta,

mi verdad se enriquece día a día.

Mi verdad afecta a otras verdades,

y otras verdades afectan a mi verdad.


Mi verdad me dice

que no hay verdad si no hay mentira.

Mi verdad de ellas aprende, de los oasis se alimenta.

Mi verdad no es pesimista, pues contiene la semilla

de la flor más colorida.


Mi verdad trato de plasmar en un papel,

en palabras que provoquen algo,

una sensación, una idea, una brisa al menos.

Mi verdad, ¿moverá montañas? Ojalá!


Mi verdad deseo comunicar,

y con gusto y ansias reclama……


Que me digas tu verdad!


domingo, 30 de agosto de 2009

OTOÑO? PRIMAVERA!

La temida inevitable realidad,

es resistida de ser vivenciada.

El recuerdo de un árbol sin hojas,

se hace presente en cada instante.


¿Pero esos tiempos vividos,

llegaron a cristalizar una visión pura y verdadera

sobre lo que ocurría?


¿O lo verdadero fue otra cosa,

y la mente, que percibe cosas distorsionadas,

nos hizo sólo ilusiones, sabiendo que en el fondo

algo faltaba en alguna parte?


La sombra que se proyecta,

Será desviada por la luz.


Porque la suerte de otoño sucumbirá

ante el florecer y el renacer de los colores.

Si una puerta se nos cierra, otra se abre,

y el equilibrio halla así su lugar.


Los fantasmas sólo existen

si los fantaseamos.

Los voy a hacer desaparecer uno por uno,

y observarán, inmóviles y asombrados por su forma vacía,

cómo la luz ilumina.


viernes, 21 de agosto de 2009

Es taaaaaaan cado

Estoy mirando la tele... pienso...
Voy a la compu... pienso...
Pongo música... pienso...
Como algo... pienso...

Pienso...
¿Pienso?

Me voy a dormir tarde y sin sueño,
con la sensación de que algo falta,
el vacío se luce ante mi rostro inmóvil.
Pienso y sigo pensando...

Me levanto tarde pensando
en que me levanto tarde.
Salgo de mi casa caminando con un destino,
pero sin rumbo, desorientado.

Y sigo pensando..

Estoy en las nubes, por algo será,
la mente se separa del cuerpo cada vez más.
Cuando el brazo de un río pierde su camino,
el agua se estanca y se pudre.

Cuento con una única certeza,
una cosa que puedo hacer.

"Reconduce el agua al río
para que vuelva a fluir,
de otra forma terminarás en el pantano."

Hacer visible lo invisible

Doy comienzo con estas palabras que llegan espontáneamente a mi mente, ya que no me guía la razón, sino la verdad que tengo dentro de mí, que lejos de ser un saber intelectual, es puramente humano. Entonces, qué mejor que expresarlo así, con palabras que acuden a mí de una forma inexplicable, casi sintiendo que mi mano y la lapicera son más bien un medio, el medio por el cual digo lo que siento, así como el colectivo es el medio que nos lleva a otro lugar, lugar que sería nuestro fin.
¿Qué motivos guían este escrito? Ni yo lo sé, el lector sacará sus propias conclusiones. Quizá se resuman en “la persona que escribió esto no está hablando de nada”, pero eso no es cierto. Las palabras simplemente me ayudan a decir algo más. En sí mismas son vacías, sólo tienen un sentido en el momento en que uno dice algo más que palabras, a saber, el saber de la persona que habla y dice, la sabiduría propia, lo que uno es. Ese es el fin, por ejemplo, de cualquier obra de arte, intentan decir algo, comunicar algo, canalizar algo. Y al mismo tiempo lo encubren por así decirlo, de manera tal que quien aprecie dicha obra se rebane los sesos un poquito tratando de comprender su significado. Vale aclarar, igualmente, que nunca vamos a entender del todo lo que el otro quiso decir, y gracias a Dios. Le vamos a dar una interpretación propia, un valor simbólico personal, ¿sino cuál sería el chiste? Si no nos deja algo en qué pensar, sería como memorizar una guía telefónica, como estudiar de memoria. El arte contemporáneo creo (y sólo lo creo, porque estoy metiendo las narices en algo de lo que no estoy muy informado) que trata justamente de rescatar la dialéctica necesaria que tiene que existir entre el artista y el espectador; el artista querrá comunicar algo, el espectador pondrá en juego sus subjetividad, su persona. El arte sugiere. Recuerdo que hace un tiempo leí algo de poesía surrealista, y trataba de entender acabadamente lo que el autor quería decir, algo imposible, no me rescataba de que también tenía que ponerle mi sello a eso que leía.
Entonces yo puedo escribir palabras, palabras, palabras, palabras, palabras, palabras y más palabras, y más palabras, y más palabras. Bueno, enough. Pero se entiende, en el sin sentido siempre hay un sentido, las personas no obramos por casualidad, siempre hay una causa que nos lleva a actuar. Tengo que admitir entonces que cuando empecé a escribir esto, había y hay un motivo que lo voy descubriendo a medida de que lo voy escribiendo, y junto con el lector que lo está leyendo, y espero, disfrutando (;-D). Puedo decir que escribo para decir (comedor, estación de servicio, nihilismo, subversión) algo más que lo que estoy escribiendo, algo más que estas simples palabras, ¿no es cierto? Quizá quiera liberar la mente un rato, pero esas son excusas, aunque debo admitir que la cabeza se libera realmente, de otra forma muchas veces los pensamientos quedan estancados y rebalsan en el cerebro, provocando cortocircuitos cuya calidad queda en manos de la gravedad de los pensamientos que aturden (o no) a nuestra cabecita en ese preciso/s instante/s. La acumulación extrema no es buena, claro que no, la introversión de mucho no sirve porque no permite la comunicación buena, más que buena, la comunicación sana, si es que lo sano existe.
Finalmente les digo, lallalalalala, soné maga petisa, dale pala a la pelada si te paga menos, a mercedes se de crema. Y me despido, con la sensación de que algo me faltó decir, pero dado el caso, el lector pondrá lo necesario para llenar ese vacío. Además, lo que falta decir, lo que no está dicho en palabras,
entre líneas se lo encuentra.